El virus se hizo presente y las autoridades sanitarias se refieren a la etiqueta respiratoria como una medida para evitar contagios y preservar nuestra salud. Estas normas de conducta consisten en:
- Toser y estornudar en la flexión de nuestro codo, de esta forma tapamos nuestra boca y nariz en el momento de la expulsión de posibles virus.
- Mantener una distancia interpersonal de un metro y medio, como mínimo, especialmente cuando existe sintomatología respiratoria.
- Uso de mascarillas según las indicaciones de las autoridades sanitarias.
- El uso de pañuelos de tela, que tanto gustan a los más románticos, están totalmente desaconsejados en esta época. La buena educación nos recomienda pañuelos de papel y usarlos una sola vez.
- Hemos de evitar tocarnos los ojos, nariz y boca con nuestras manos.
- Y, al menos por una temporada, nuestros saludos habituales como el apretón de manos y el beso han de quedarse de cuarentena. Pero gracias a la globalización tenemos el saludo oriental, una pequeña inclinación de cabeza que, quien sabe, a lo mejor se instaura en nuestra sociedad; ya iremos viendo.
Todo esto sin olvidar el lavado de manos completo y minucioso que presta atención a todos los rinconcitos de nuestras manos: palmas, dorsos, muñecas, dedos y uñas. Y, a falta de agua y jabón, geles antisépticos han de acompañarnos en bolsos, bolsillos o mochilas.
Y, por supuesto, como siempre, si no estás bien, evita contagiar, aunque sea un catarro.
La finalidad de todo esto es protegernos y evitar contangiar a otros.
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